Festival Grec de Barcelona
Concepció, coreografia i direcció: Jesús Rubio Gamo
Interpretació: Clara Pampyn, Olaia Valle, Natalia Fernandes, Alberto Alonso, Diego Pazó
Composició musical, arranjaments i disseny de so: José Pablo Polo
Veu, percussió i palmas: Paz de Manuel, Blanca Paloma, Desiré Paredes
Disseny de la il·luminació: Carlos Marquerie
Foto: Jesús Vallinas
Cuando menos es mucho
“Gran bolero” fue el primer momentazo de Jesús Rubio Gamo en la ciudad de Barcelona. Presentada en el Mercat de les Flors en mayo de 2019, crítica y público se reencontraron con la danza hecha desde la pasión. Y como no podría ser de otra manera, gracias a la reapropiación de uno de los símbolos mayores: la danza repetitiva, seductora y en crescendo de Ravel.
Hay mucho de todo eso también en “Acciones sencillas”, aunque en esta ocasión con un grado de intimidad, de verdad introspectiva, que aún hace más extraordinario el movimiento del creador madrileño. Ocho intérpretes en escena: cinco bailarines y tres cantantes. Música y danza, indisolubles. Palmas, percusión, jaleos y canción popular. Lo más sencillo entre lo esencial: Paz de Manuel, Blanca Paloma, Desiré Paredes son el nexo de unión entre esos mundos. Cante, impronta y ritmo que se combinan con la fisicalidad característica del coreógrafo. Un trabajo de gran grupo, que Olaia Valle y Diego Pazó rompen en un sensible dúo intermedio; Natalia Fernandes remata con un solo de extremada sensibilidad; y que Clara Pampyn y Alberto Alonso engranan en su disposición de amalgama rítmica. Están magníficos, en un fraseado exigente, complejo, generoso y siempre a disposición para con la obra y los demás intérpretes. Un trabajo realzado con significación por la iluminación.
Lo mejor es el motivo de todo ese despliegue de genialidad. Menos es mucho. Una pregunta simple, fuerte, sencilla, pero compleja a la vez: ¿Qué es la danza? ¿Qué es lo que constituye esa experiencia fugaz? ¿Y qué nos une, a nosotros como espectadores, a ese momento? Y más allá del cuerpo que se desplaza; de la sonoridad incorporada; del gesto repleto de retazos de historia de la danza; del trazo circular y repetitivo; y del esfuerzo y del ánimo; se adivina una conexión que este arte es capaz de transmitir, mientras difumina su propia esencia. Porque no hay otra explicación mejor que saber cómo de incardinado se encuentran el movimiento y la danza con la existencia humana. Les pertenece, no porque sea capaz de desarrollarlos, sino porque es en sí. Y sin esa relación transcendente, nada sería posible.
“Acciones sencillas” habla de todo eso. Desde la humildad del bailarín que machaconamente vuelve sobre sus propios pasos; que acoge al compañero; que se inspira en el dibujo colectivo; que se muestra al desnudo como en lo artificioso: un cuerpo dinámico.
JORDI SORA i DOMENJÓ
JORDI SORA i DOMENJÓ
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