Sala La Fundición, 2 de noviembre
Mes de Danza Sevilla 2018
© Luis Castilla/MES DE DANZA
Dolor oculto
Nuevo acierto de la coreógrafa e intérprete brasileña afincada en Madrid. Si en Atávico logró dibujar en escena (algunas) consecuencias de la violencia en las dictaduras, al menos aquellas que más tienen que ver con la vida cotidiana; de nuevo regresa a la cuestión de la vulnerabilidad pero para centrarse en esta ocasión en el gesto individual. Grave, introspectiva, empieza la obra con la lectura en portugués de Carlos Drummond de Andrade: una poesía traducible como Cargo contigo y que recita con una pausa emocional muy de acuerdo con su contenido: el secreto. De esto sabemos todos, así que ese recitativo solo es un preámbulo para que la memoria de cada cual se ponga en marcha.
Facilita ese ejercicio de recuerdo de presentes o pasadas acciones o pensamientos ocultos, la guitarra y sintetizadores del músico Vidal. De hecho de trata de una especie de alter ego, en un rincón del escenario, accionando sonidos y dispersando notas con un regusto emancipador. Dispone a la bailarina un terreno en el que puede demostrar su excelente manera de entender la coreografía: un solo triste y de acentuado espíritu sanador. Como si en ese despliegue de gestos y movimientos se estuviera produciendo una especie de acto iniciático, a la vez liberador, como de constricción. Y al mismo tiempo, cada cual con sus cosas, el público está invitado a mirar hacia sus adentros, mientras siguen a Poliana en el dibujo que los recuerdos y las penas han trazado en nuestra mente.
Luego sucede lo que una crítica como ésta no puede desvelar. Sería algo así como descubrir qué sucede con ese dolor oculto. Bueno: lo que pasa, según Poliana. Se puede justificar más o menos ese final, pero la sorpresa está garantizada y, desde luego que está cargada de razón por lo que respecta a nuestra máscara cotidiana con la que despistamos a nuestro interior.
© Luis Castilla/MES DE DANZA
© Luis Castilla/MES DE DANZA
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