Intérpretes: Joel Mesa y Paula Tato
Centro Comercial Torre Sevilla, 3 de noviembre
Mes de Danza Sevilla 2018
© Luis Castilla/MES DE DANZA
El contraste
En el festival de la capital andaluza, pocos lugares se podrían haber escogido mejor para esta pieza breve que entre el gentío de un gran espacio de tiendas y restaurantes. Las modernas catedrales del ruido capitalista. Justo todo lo contrario a lo que apelan. En el origen las imágenes de cine mudo, de personajes que se mueven apresuradamente y en gestos compulsivos. Por otro lado, una crítica feroz a la economía de mercado, con un fragmento de la banda sonora del film Network (1976): es así el negocio, estimados, va proclamando. Ni más ni menos que esos centenares de sevillanos que un sábado por la mañana deambulaban cargados de bolsas y objetos varios. Hasta que en una de las plazas del moderno y recién estrenado centro comercial, dos extraordinarios personajes se ponen a bailar.
Sin duda, Joel Mesa y Paula Tato merecen una mención bien especial en esa amalgama de sensaciones: primero con la música de Sergi Ayora; luego el Mix archiconocido Man O Tu del grupo Nu. Hay una disciplina comunicativa entre estos dos intérpretes, de miradas discretas, pequeños avisos, que les permite sincronizarse como requiere la coreografía de Javier Guerrero. Con un toque de obsesión gestual, como conscientes de la gravedad de ese producto, Business world, que como todo también se deja ver, se vende y se compra. Seleccionados en la Red Acieloabierto, han hecho una buena lista de bolos por distintos lugares singulares de la geografía. El domingo día 4 repitieron frente al Guadalquivir, con la misma elegancia y compromiso; aunque no producía el efecto espejo que en los dos primeros pases en medio del ese enredo de compras.
Javier Guerrero impulsa desde 2012 esta compañía que tenía un extraño nombre y que ya no utiliza: "Montón de paja y trigo". Al contrario de lo que sugería con ese apodo, tengo la impresión que hay poco material superfluo en una propuesta como ésta; y sí mucho alimento para el espíritu reflexivo. Confieso que me hubiese encantado preguntar entre el público si seguían con ganas de ir a gastar dinero, esa mañana. La gente llenó los dos pases: miraban, aplaudían y marchaban con prisa. Un par de creadores conocidos se despidieron también rápido porque tenían que ir a comer por allí mismo, pues se les hacía tarde para otros compromisos. Así que no sé... Nunca dudo de la necesidad, pero sí muchas veces del impacto real: algunos deben pensar que solo es danza. Y sin embargo una obra así es un acicate, de los buenos, a poco que te pongas a pensar.
© Luis Castilla/MES DE DANZA
Pues sí, Jordi. ¡¡En este sitio, esta propuesta cojía todo su sentido!!! Tenía cierto reparo en meter danza en este antro de consumo pero dí con la pieza perfecta... Muchas grcias por la visita. Y siento no haber tenido más tiempo para compartir contigo. Ha sido una semana de locura. Un gran abrazo
ResponEliminaMaria
Un acierto total!! Gracias a Mes de Danza Sevilla por esta oportunidad. Hasta pronto!
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