dissabte, 13 de maig del 2017

Il gesto sospeso

Moreno Bernardi
Sala Hiroshima, 12 de maig de 2017



El malestar como proceso

Se trata del 14º solo de Bernardi y se ha presentado en Barcelona coincidiendo con el 60º aniversario del estreno del espectáculo Il canto sospeso de Luigi Nono. La referencia puede parecer lejana, pero de hecho es plenamente actual: se trata de un homenaje a las víctimas del fascismo, a partir de unas cartas de algunos héroes de la resistencia europea fusilados en campos de concentración.

Dos ámbitos, al menos, son los que desarrolla esta pieza de danza: un efecto especular, de espejo roto frente al cual la actualidad sigue emperrada en reflejar pasado; y una línea de continuidad para con la memoria viva hacia aquellos a los que aun debemos tanto.

El delicado y pertinente juego de iluminación es uno de los protagonistos de Il gesto sospeso. Allí donde se hace la luz, hay siempre oscuridad: la de la barbarie. Así comienza este insobornable solo de Bernardi: casi aterrorizado por los efectos que produce el foco cenital que en forma de pequeño cuadrado ilumina la sala. Frente a él, el bailarín duda en aproximarse a un baño de realidad que no es nada cómodo de transitar de nuevo. Y cual destello antiguo nos recuerda la frágil línea que atravesamos en la actual historia europea: el trato que dispensamos a refugiados; la pujanza de los partidos xenófobos; las desigualdades económicas que están acabando con el estado de bienestar; etc.

Así se inicia la segunda parte del espectáculo, en la que se utiliza la música original de Luigi Nono, como ejercicio de recuerdo necesario y, lo más importante, actual. En su pasado, los sonidos de esa cantata dolorosa y austera, acaban siendo corporizadas en el gesto abrupto, desesperado, intensamente sentido del intérprete italiano. Un tránsito hacia el dolor, por lo sucedido, por lo que pueda acontecer si no sabemos despertar a tiempo, que es este magnífico canto al malestar.

Escriben las víctimas sus últimas palabras, como Bernardi las dibuja con sus manos en la escena final. Esa es la advertencia: solo así, explicando de nuevo, dejando constancia, diciendo lo innombrable, quizás podamos frenar este proceso imparable que nos puede llevar a su repetición.

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