dimarts, 15 de setembre del 2015

Urban Nation: Avalanche

Coreografia: Dani Pannullo
Plaça de les Nacions, Fira Tàrrega
12 de setembre de 2015

Esto no es una crítica, que es una protesta


Publicat al portal de crítics Recomana.cat

Se ha convertido en un clásico y es uno de los momentos que más público congrega en Fira Tàrrega: el hip-hop hace tiempo que se ha ganado un espacio propio y que se encuentra entre lo más fresco e innovador de la danza de hoy en día. Con un resultado envidiable. El mérito es de muchos, pero Quim Moya, director del espectáculo, su alma. En esta edición, y de nuevo retransmitido en directo por la televisión local, protagonizado por las compañías Ephrat Asherie y Ousmane Omar.


Un poco apartado del repertorio, como plato fuerte de la tarde y conclusión, llegó un fragmento de Avalanche, coreografía de Dani Pannullo. Simplemente se hace incomprensible que en Catalunya este interesante artista haya tenido tan pocas oportunidades de mostrar su trabajo. Ecléctico, abierto a la experimentación, colaborativo y en constante cambio, innovador y siempre despierto, Pannullo teje encuentros de danza contemporánea que baila con piezas de música clásica, como se atreve con la street dance y le incorpora un profundo sentido de transcendencia. Hay pocos artistas en este momento con una mirada tan amplia y generosa como la suya, y esa desatención programadora en este pequeño país es de esas cosas a subsanar lo más urgentemente posible.

El fragmento que se ha podido ver en Tàrrega no creo que sea representativo del todo de Avalanche, aunque permite hacerse una idea general. Lo fuerte, esto es lo robusto del gesto que los bailarines generan en el escenario, protagonizado por ese juego con el balón de fútbol que tanto podría ser el marcador del tiempo que inexorablemente pasa, como el símbolo de lo poco que atendemos a su paso mientras andamos jugando a lo que no nos pertenece; se convierte en debilidad humana a lo que atinamos a darnos cuenta de ese instante corto que es el vivir. Siempre sujetos a los dictados de algo (las peores veces, a los del corazón) o en esas relaciones de poder que se adivinan severas en los cuerpos de estos bailarines musculados y de semblante serio. ¿De verdad en eso consiste nuestro mundo? parece preguntarnos el grupo, de la mano de este creador de alegorías que es Pannullo.

Mi más severa protesta por no haber podido ver la pieza entera de este espectáculo, que por las imágenes que están al alcance para cualquier internauta lleva aún varias cargas de profundidad más y mi ruego desesperado porque en breve alguna sala programe este título que estoy seguro encontrará en una caja oscura el espacio más adecuado para su presentación. Eso se acusó en Tàrrega, con alguna (pocas) deserciones. Toda una tarde de bueno, intenso y ritmo frenético de hip-hop para que llegue el mejor trago de vino en una copa pequeña a la hora que tocaba ir a cenar...

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