diumenge, 30 de juny del 2013

Trayectos Zaragoza 2013

Zaragoza, sábado 29 de junio del 2013

Buenos e interesantes contrastes ofreció la segunda tarde de Danza Trayectos por las calles de Zaragoza. Con aportaciones diversas, desde la danza más emocional al circo contemporáneo, éste con esa auténtica revolución conceptual en la que está sumergido y que lo sitúa en cartel destacado del gesto y el movimiento. Cuatro espectáculos todos ellos repletos de sensibilidad, calidad técnica y compromiso. Pero vayamos por partes:


1) LaMov: compañía referente del panorama aragonés, inauguró la tarde con una auténtica bomba emocional, el dúo Nosotros interpretado por Elena Gil y Mattia Furlan. Tuvieron que emplearse a fondo, con un esfuerzo increíble para lograr crear el clima adecuado para su pieza, en una plaza de San Bruno llena y sin las condiciones técnicas suficientes, porque sin linóleo en el suelo resultaba de alto riesgo algunos de los pasos que ejecutaban. Acompañados por la música de transición al barroco de un autor desconocido del sigo XV, y con un silencio casi espectral como el que consiguieron, rindieron el público a la poética de un paso a dos repleto de reflexión, extraordinariamente compuesto, con momentos de cauce energético intenso, y que la pareja supo transmitir con sencillez y resolución.

2) Trasladados al solar de la calle San Agustín fue el turno de Joan Català, a quien esta temporada en Barcelona tuvimos la oportunidad de descubrir junto a Lali Ayguadé, en la pieza Little Me. Proveniente del mundo del circo, investiga con resolución en la zona de confluencia con la danza, que no es otra que la del gesto contemporáneo. Un arriesgado ejercicio de memoria personal, Lo Pelat, con un tronco enorme que mantiene en equilibrio sobre su cuerpo, dispuesto cada momento que pasa a crear mejor y mayor complicidad con el público, rendido éste a su simpatía y originalidad.

3) La compañía mexicana Cuatro x Cuatro fue la primera en actuar en el recinto del Centro de Historias, el último espacio de la tarde, donde esperaba al público una nueva propuesta de danza contemporánea plena de sentido y originalidad: cuatro bailarines, desplazándose (esta vez sí, sobre un linóleo) normalmente en ejecuciones que probablemente tuvieran una buena parte de improvisación: Inacabado V4. Y en las que señalaban lo sustancial de la soledad humana en medio de la sociedad: cuerpos que se mueven con su propio ritmo y significado, para solo de vez en cuando interaccionar entre ellos, no siempre para crear posiciones armónicas o de coherencia colectiva, probable sentido intencionado de la pieza y que finalizaron invitando a participar del juego a un numeroso grupo del público. Con esa constancia de lo colectivo: bullicioso transitar de vida, en la búsqueda individual del propio gesto.



4) Y finalizó la tarde la compañía francesa IETO con su obra Inspiration. Dos interpretes del circo contemporáneo, dispuestos a agasajar con su propia felicidad, en los equilibrios que ejecutan. En la primera parte con sus cuerpos entrelazados, en la segunda con unas estructuras de madera que el público maravilló que no hubieran caído varias veces sobre ellos o les hubiera enganchado las manos. Una auténtica gozada ver el trabajo de Fnico Feldmann y Mosi Espinoza: complicidad y riesgo.

Y es que circo y danza, o ambos por su lado, hicieron que esa tarde zaragozana -como se dijo muy acertadamente por megafonía al final de los cuatro espectáculos- la vida fuera algo más bella.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada