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Iron
Skulls Co.
SAT
Teatre, 7 i 8 de gener de 2017
12 años entre
amigos
Las
efemérides, mejor no llevarse a engaño, son más una intención de
futuro que una exposición de presente. Cinco años lleva el
colectivo Iron Skulls enseñándonos un catálogo de motivos por los
cuales hemos de seguir bien atentos a su evolución. Para ello han
contado de nuevo con la complicidad del SAT Teatre: otra nueva
ocasión para destacar aquí la discreta pero intensa actividad del
Espai DanSAT en favor de nuestros artistas. Dos programas, que
combinaban en el primer fin de semana hábil después de las
vacaciones de invierno un pequeño resumen de las composiciones
del historial de la compañía y unas cuantas
batallas, como para significar su raíz más urbana antes de que los
conociéramos en los escenarios, como para señalar de nuevo su
voluntad de mixtura: difícil en este punto caracterizar
definitivamente si danza contemporánea o hip-hop el trabajo que
hacen.
Hay
una seña de identidad, de todos modos, que ha sido real hasta ahora
en Iron Skulls: un señalamiento hacia la oscuridad. Como si
desplazar su fuerza creadora de la calle a la sala de penumbras
hubiera despertado en ellos una intensa necesidad de explorar desde
los límites que nos constituyen (Adrián Vega en Sujeto 5550); el
trazo del cuerpo (Vora
con Héctor Plaza 'Buba' destacable intérprete, además de
bailarín); lo que caracteriza de etéreo la propia condición
humana (Moisés 'Moe' & Diego Garrido en La
Eternidad de lo efímero); o los
peores temores de nuestro interior (Sinestesia),
hasta su reciente estreno No sin mis huesos,
la más compleja de sus producciones. Todas estas piezas y
fragmentos, ejemplo de ese buen recorrido coreográfico y de sentido
con el que quieren dibujan su memoria.
Pero
como no hay fiesta sin amigos, nada mejor que traer esos dos días a
Barcelona alguno de los que mejor representan el actual movimiento
break, danzas urbanas
o hip-hop o cualquiera de sus variantes: Nu2
de la ZukDance Performing Arts Company, con sede en Madrid, sin duda
fue lo más destacable por esa indisimulada atención del colectivo
por la suma de disciplinas y el marcado sentido dramático. También
fue una buena oportunidad para ver sobre el escenario a Arias
Fernández y Diego Sinniger, en una de las batallas, especialidad
ésta en la que sin duda Lorena Nogal y Lali Ayguadé no están
bregadas, pero que hizo la delicia de todos los espectadores. La
nómina acaba con un par de magníficas disputas. Una de Chey Juradi
versus Virgil
'SkyChief' Dey. La otra bailada por Valen Lunnaticks versus
Chino Fusionrockerz. Sin
olvidarnos de la música, excelentemente movida por el dj. Willy Will
Fly. Ni tampoco de la única protagonista femenina del colectivo:
Agnés Sales, de movimiento preciso y evocador en el duo Ehiza.
Falló
un poco en esta doble celebración la presentación a cargo de Adnan
La Sensacion, algo faltado de rimo quizás. Pero solo por señalar
un inconveniente que alargó sin necesidad los dos encuentros.
Así
Iron Skulls se puso a festejarse. En clave de futuro, como decíamos,
porque la gran sorpresa de estos dos días fue la pieza Kintsugi,
con la que cerraron la sesión del sábado. La más festiva, risueña
y hasta cierto punto alocada de cuantas cosas presentaron. De
reciente creación, en Nueva York explicaron. Quizás sea un anuncio,
una especie de anticipo. Esperemos a ver. Porque lo que sí que
confirmó este fin de semana es la necesidad de seguir atentamente el
arte que están generado.
Fotos de dansat ART: en la primera con Héctor Plaza i Agnés Salas interpretando Ehiza y en la segunda la batalla más singular, con Lali Ayguadé y Lorena Nogal
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