dijous, 7 d’agost del 2014

La Metamorfosis

Proyecto Titoyaya
Sagunt a Escena, 5 de juliol de 2014
(estrena)
Foto: Itxasái Mediavilla

Los cuerpos que mutan lo hacen en otro de idéntico, sin ser ellos. Así logran una libertad desde la cual poder ser vistos, aunque nunca se muestren tal y como son. Se convierten en la alteridad y en esa posición exigen nuevos cambios en los demás. Son la página reversa de nosotros mismos. Lo esencial no es cómo ha cambiado el otro. Lo fundamental consiste en cómo eso nos afecta.

La madre, los hermanos, los sirvientes. Todos dibujan el cuadro de esa sociedad bienestante negada de capacidad de cambio. La efectista escenografía es de Luis Crespo Portero, con una puerta transparente que separa esos dos mundos. Símbolo y límite a su vez. A este lado, el grupo vive ahogado por las consecuencias de lo que sucede más allá de esa frontera. Hay una cohesión en el trabajo coreográfico que permite múltiples combinaciones entre los bailarines: Xavi Martín y Loretta D'Antuono (los hermanos) con la extrañeza de quien no sabe qué posición tomar y las delicadeza del gesto determinante; Verónica García Moscadó, dando lecciones de madre y bailarina fuerte y de amplio espectro; Itxasai Mediavilla y Paula Serrano Llorca (los sirvientes), gozando las escasas pero impecables ocasiones de lucimiento. Es un concierto de personajes a la deriva, magníficamente bailado, en el supuesto mundo de lo normal. La música enfatiza con gran acierto el clima general.

Y allí, en la habitación, abandonado a su suerte, irradiando su destino en el resto de la familia, está el bailarín Jure Gostinčar: interpreta una presencia enigmática, oscura, arrebatada de sinrazón, extraña de sí misma, desplazándose sin parar, retorciéndose, alejado de convenciones, danzando como lo haría usted y yo si fuésemos capaces de mutar por fin, desplegando belleza y preguntas a cada gesto. La apariencia y el quehacer de este artista es la de un solista que puede llegar a ensorceder una orquesta como este maravilloso grupo del que hablábamos, al otro lado de la puerta.

Por eso, quizás porque de lo que se trataba para el coreógrafo Gustavo Ramírez Sansano era de poner en evidencia ese choque entre dos mundos y fijar la vista no en “el otro” sino en “(nos)otro(s)” provoca algunas escenas de contacto directo entre esos dos mundos. Destacar una en la habitación: con la madre y la hija. Y otra en el comedor: entre los hermanos y el personaje. Esos dos momentos dan fe de cómo lo que sucede en nuestro entorno, nos cambia irremediablemente y explican mejor que nada el discurso de la obra: la alteridad reside en nuestro interior y su frase coreográfica es la más profunda e incomprensible de las soledades.

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Unos días más tarde de publicarse esta crítica, la compañía me hizo un regalo: incorporar en su teaser algunas de las frases con las que había intentado explicar la maravillosa impresión que me causó el espectáculo:

La Metamorfosis- Teaser Estreno Sagunt a Escena from proyecto titoyaya on Vimeo.


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