Teatre
Lliure, 31 de maig de 2012
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| © Ros Ribas |
Encara que seria relativament fàcil d'ignorar, el relat d'un espectacle de dansa (i ja no diguem la reflexió, això és: la crítica) és un inabastable. Vagi per endavant aquesta afirmació, especialment dedicada a en Cesc Gelabert, perquè ell la fa servir en sentit contrari en un moment del seu espectacle: quan explica les limitacions que ha trobat en el cos, especialment en alguns moments concrets de la seva obra en què provava d'explicar un sentiment o un estat d'ànim, enfront de la precisió -afirma- amb què la paraula s'hi pot referir. I no és així! Aquest bloc és testimoni mut de la impossibilitat per traduir en paraules les sensacions que el moviment d'un ballarí com ell provoca. És per això -diu- que una de les coses que més li han interessat en aquests llargs anys de professió és, precisament, la recepció en l'espectador -allò al que ja ens hem referit aquí sovint com el significat- de l'obra del ballarí; que no té perquè coincidir necessàriament amb el sentit amb què fou ideada una coreografia. Segurament la raó que empeny, també, a algú a escriure sobre dansa.
La
proposta de V.O. + és justament aquesta: a partir de petites
introduccions parlades, dibuixar un trajecte on els tres nous solos
que es presenten, i els altres de diverses etapes de l'obra del
ballarí, puguin conjugar millor les idees, motivacions, processos
creatius i causes que els han fet néixer; amb un espectador -avesat
o no- obligat permanentment a traduir en paraules el moviment del
cos. Segurament no es tracta d'una oposició, val a dir-ho, ni d'una
confrontació que calgui conjugar. Però és una constatació que la
mirada genera idees; que el moviment transmet impuls del pensament; i
que l'origen de l'acció té el seu bressol en la paraula. I tot
plegat, en efímera existència...
Aquesta
és la saviesa dansada sobre la què en Gelabert construeix un
espectacle de dimensions austeres, profunda emoció i sincera
execució. Una mirada a la qüestió de l'essència de l'acte de
dansar en públic, on es genera un moviment de vaivé constant entre
l'artista i l'espectador. Una mútua complicitat de ressons
condicionants sense la qual el mateix fet artístic contemporani
deixaria d'existir.
En
la vetllada es presenten tres peces noves, totes elles titulades V.O.
+ 1-2-3 amb una manifesta voluntat didàctica d'esdevenir un
cercle perfecte que va des de la sorprenent presentació del ballarí
amb un vestuari ideat per Lydia Azzopardi, en què el moviment
reclama el seu protagonisme (on són les cames? on els braços?);
fins a la peça final on l'abstracció guanya la batalla al
significat. La música és de Borja Ramos, indescriptible
element de conjugació de sentit.
La
dansa en el cor de l'home, en joc amb la tradició popular i
tradicional, instrument de comunicació, eina al servei de la
bellesa, deutora d'allò que tot ho mou; pensada, ballada i impulsada
per un Cesc Gelabert encara disposat a pregunta-se amb quina paraula
precisa caldrà referir-s'hi en aquesta primera lliçó inaugural en
què converteix cada presència seva en l'escenari.
I
tot això, a pocs dies d'un nou Grec, on encara guardem en la memòria
la inauguració de 2011 amb La muntanya al teu voltant.
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Un cuerpo lleno de palabras
Diario Bahía de Cádiz, 17/6/2014
XIII Festival Cádiz en Danza
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Un cuerpo lleno de palabras
Diario Bahía de Cádiz, 17/6/2014
XIII Festival Cádiz en Danza
17/06/2014. Francisco Mesa
CRÍTICA. Momento estelar en el XIII Festival Internacional Cádiz en Danza: Cesc Gelabert, que luce Premio Nacional de Danza y Medalla de Oro al Mérito en las Artes Escénicas entre otros importantes premios, actuó el 12 de junio en el Teatro de Títeres Tía Norica con un ‘V.O.+’, que incluye tres solos que dan nombre al espectáculo, a los que se añade la interpretación de piezas de su producción anterior.
Inicia la representación con ‘V.O.+1’ sobre una escultura flexible, dentro de la cual se torsiona y retuerce el cuerpo de Cesc Gelabert, creando formas nuevas y fugaces que dan vida a la escultura en la presentación del repertorio. Un ejercicio de transformación y fantasía en el que la elasticidad corporal juega un papel decisivo. A partir de ahí, el bailarín introduce las piezas con comentarios, anécdotas y, sobre todo, sus ideas sobre el arte y la danza. Si con su baile deleita, con su palabra subyuga, enseña, despliega su poder de mago encantador. Con la palabra trabaja sobre el cuerpo, porque bailar es para él „habitar el cuerpo con el corazón y con la mente”. El maestro muestra tanta claridad y perfección con su palabra, como en la delineación de sus números en el espectáculo, que pasa como un soplo para el espectador. De vez en cuando, susurra para quien quiera oir que con la palabra tenemos precisión y rigor en la descripción, la palabra significa perfección pero que cuando trabajamos con el cuerpo es imposible porque el baile es trabajar con un cuerpo que se siente lleno de palabras que “no pueden leerse o escucharse directamente porque están veladas por mi cuerpo”.
El espectáculo tiene otro sentido, ilustrado por las palabras de Cesc, que revisa algunas piezas antiguas como ‘Preludis’ del año 2002, con música de Mompou, ‘My Funny Valentine’ (2005), un encantador solo sobre la canción de Chet Baker con música de Richard Rodgers y Lorenz Hart y, sobre todo, con ‘Lágrimas Negras’, una emotiva creación de 2003 sobre la música de Miguel Matamoros. Otros números como ‘Al Capone’ (1982) con música de Prince Buster All Stars, ‘Enyor’ (2001) música de sardana compuesta por Ricard Lamote de Grignon y sus últimas creaciones ‘V.O.+’ dan idea de la diversidad de registros que exhibe el bailarín.
En ‘V.O+2’ el autor reflexiona sobre el efecto de una imagen en el espectador. Cita al respecto unos versos de Josep Vicenç Foix: “Es por la mente que se me abre la naturaleza al ojo goloso”. Con la base musical de una suite de Borja Ramos, y dos composiciones de Bach grabadas por Pau Casals, en ‘V.O+3’ expresa su particular homenaje a Gerhard Bohner, bailarín y coreógrafo del cual Cesc Gelabert ha bailado varias coreografías.
Una hora fue suficiente para darse cuenta de la inmensidad productiva de Cesc Gelabert, un pionero de la danza en España, siempre de la mano de Lydia Azzopardi, codirectora e intérprete, que participa en calidad de diseñadora de vestuario y estilista en la mayoría de las producciones de la compañía. DIARIO Bahía de Cádiz Francisco Mesa
Inicia la representación con ‘V.O.+1’ sobre una escultura flexible, dentro de la cual se torsiona y retuerce el cuerpo de Cesc Gelabert, creando formas nuevas y fugaces que dan vida a la escultura en la presentación del repertorio. Un ejercicio de transformación y fantasía en el que la elasticidad corporal juega un papel decisivo. A partir de ahí, el bailarín introduce las piezas con comentarios, anécdotas y, sobre todo, sus ideas sobre el arte y la danza. Si con su baile deleita, con su palabra subyuga, enseña, despliega su poder de mago encantador. Con la palabra trabaja sobre el cuerpo, porque bailar es para él „habitar el cuerpo con el corazón y con la mente”. El maestro muestra tanta claridad y perfección con su palabra, como en la delineación de sus números en el espectáculo, que pasa como un soplo para el espectador. De vez en cuando, susurra para quien quiera oir que con la palabra tenemos precisión y rigor en la descripción, la palabra significa perfección pero que cuando trabajamos con el cuerpo es imposible porque el baile es trabajar con un cuerpo que se siente lleno de palabras que “no pueden leerse o escucharse directamente porque están veladas por mi cuerpo”.
El espectáculo tiene otro sentido, ilustrado por las palabras de Cesc, que revisa algunas piezas antiguas como ‘Preludis’ del año 2002, con música de Mompou, ‘My Funny Valentine’ (2005), un encantador solo sobre la canción de Chet Baker con música de Richard Rodgers y Lorenz Hart y, sobre todo, con ‘Lágrimas Negras’, una emotiva creación de 2003 sobre la música de Miguel Matamoros. Otros números como ‘Al Capone’ (1982) con música de Prince Buster All Stars, ‘Enyor’ (2001) música de sardana compuesta por Ricard Lamote de Grignon y sus últimas creaciones ‘V.O.+’ dan idea de la diversidad de registros que exhibe el bailarín.En ‘V.O+2’ el autor reflexiona sobre el efecto de una imagen en el espectador. Cita al respecto unos versos de Josep Vicenç Foix: “Es por la mente que se me abre la naturaleza al ojo goloso”. Con la base musical de una suite de Borja Ramos, y dos composiciones de Bach grabadas por Pau Casals, en ‘V.O+3’ expresa su particular homenaje a Gerhard Bohner, bailarín y coreógrafo del cual Cesc Gelabert ha bailado varias coreografías.
Una hora fue suficiente para darse cuenta de la inmensidad productiva de Cesc Gelabert, un pionero de la danza en España, siempre de la mano de Lydia Azzopardi, codirectora e intérprete, que participa en calidad de diseñadora de vestuario y estilista en la mayoría de las producciones de la compañía. DIARIO Bahía de Cádiz Francisco Mesa
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