dimarts, 21 de juliol del 2020

Möbius

Compagnie XY
Teatre Grec, 14 de julio del 2020



Suflé de acróbatas

Se respira mucha danza. Concretamente la de ‪Rachid Ouramdane‬, asesor coreográfico para la ocasión. Con esas imágenes circulares de la compañía, a la carrera, en pleno caos ordenado y un final en continuo infinito. Una mano compositiva que acrecienta el valor de la pieza. Porque en lo demás, Compagnie XY sigue demostrando su capacidad para entusiasmar, para obnubilar podríamos afirmar. Mínimo media platea en pie: fascinada por la precisión y la belleza de las figuras creadas. Torres humanas y sus caídas imposibles.

Son bandadas de pájaros: gesticulan el vuelo con sus brazos. Alguien podría ver que representan delfines en algunas escenas, en cuerpos ondulantes, dibujando contorsiones o lanzados al vacío. Que solo porque se confían entre ellos logran una perfección técnica que el gran grupo, hasta 19 intérpretes en escena, llevan al paroxismo. Hacen disfrutar y hacen sufrir a la vez. Una experiencia que solo en lo efímero del acto se puede lograr entender: subir y bajar, brincar y aterrizar. Como si nada fuera real. Como si fuera un engaño a los sentidos.

Porque todo se reduce a esa idea esencial, más bien un sueño en el que ponen todo su empeño: ¿y si fuera posible trazar un rastro?, se preguntan. ¿Qué huella deja aquello que de raíz es pasajero? El gesto, el movimiento, el salto, el descenso, la incorporación. El grupo organizado, en definición de comunidad. Ahí reside lo esencial de Möbius, un concepto matemático que define una cinta cuya superficie es de una sola cara, en la que es imposible señalar principio y fin, sin bordes. Hablan del tiempo y de la impronta en la historia. Alfa y omega.

Y como no hay vida sin percusión, la música marca el ritmo de lo que pasa en escena: machaconamente. Como para advertir del eterno retorno. Figuras humanas que se alzan a hombros de otros, que se impulsan y se desplazan en solidaridad cinética. Que toman sentido porque deciden que juntos es posible hacerlo.

¿Saben lo que pasa con el suflé, verdad? Si nunca lo han intentado, mucho ojo con abrir el horno antes de tiempo. Se derrumba suavemente, así: sin más. Como caen estos increíbles intérpretes: en declinación. Casi a ralentí, hacia un lado, dejándose llevar, ignorando la lógica de la columna vertebral. Y seguros siempre de la perfecta recepción de su colega. Abatirse (bien) de un costado: este podría ser el título de la pieza. Hacerlo de frente o de espaldas, tiene su mérito. Hacia un lado es como quien decide romper y vencer toda lógica de la anatomía humana.

Que no se derrumben sin sentido, es el mensaje de la obra.
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Al Festival Grec 2015 també vam parlar d'aquesta companyia:

Il n’est pas encore minuit...

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