Rafael Bonachela/ Sydney Dance Company
Música: Ezio Bosso
Vídeo Art 6 Breaths: Tim Richardson
Mercat de les Flors, 25 de novembre de 2011
Mercat de les Flors, 25 de novembre de 2011
Evocar suspiros
(...) cuando te abrazo una noche tras otra
y me encuentro tu pulso a oscuras en cualquiera
de los puntos que laten en tu cuerpo dormido,
cruza por mi cerebro la palabra milagro.
Juan Antonio González Iglesias
Cuentan que en el instante de nacer, forzados a la primera inspiración, nuestro corazón rompe con el vínculo materno para hacer viable la circulación sanguínea y, por ende, la autonomía orgánica. En esos pocos segundos que van desde la primera entrada de oxígeno en nuestro cuerpo, la expansión de los pulmones y la conformación definitiva de la estructura anatómica y funcional del músculo cardíaco, se juega no sólo la viabilidad de la nueva vida, sino muy especialmente el combate desigual al que se verá enfrentada para siempre: el tránsito irrevocable hacia el otro instante, el de la espiración final. Y así como la llegada de oxígeno a nuestro cerebro es la garantía inexcusable de vida; su aspiración -lenta, parsimoniosa, forzada o amplificada a voluntad, según necesidades- lo es de una molécula que deviene tóxica y letal. Es en esa paradoja que se produce el milagro de la vida.
©Wendell Teodoro |
Ocupados como andamos en la supervivencia de nuestros pequeños sueños, la banalidad de las obligaciones cotidianas y los silencios que imponemos a los deseos; sólo por momentos reparamos en esa vida que se mueve en el fondo del ruido cósmico, siempre presente. Aunque para percibirla debamos pararlo todo, poner nuestra cabeza sobre el pecho del otro, observar cómo se mueve su tórax y auscultar más allá de la apariencia de la forma, el movimiento constante de lo efímero. ¡Pruébese ahora mismo! Sentirás palpitar lo invisible, en la nada que también representa quien te acompaña.
Séis de esos instantes vividos coreografía Rafael Bonachela para la Sydney Dance Company en 6 Breaths, la primera parte del programa que se está presentado estos días en el Mercat de les Flors. Algunos de ellos, con toda la compañía dibujando un trabajo de movimiento energético (algo menos físico, pero más sutil que en anteriores propuestas y de gran dificultad técnica) son conjuntos que dan idea de la diversidad de trayectos con los que enmarcar el recorrido de una vida, respirada a pleno pulmón. Otros de esos séis momentos, en juegos -íntimos y lábiles- de a dos, en ocasiones tres bailarines, culminan con uno de los dúos masculinos más sugerentes de cuantos me es posible recordar de los últimos años. Este trabajo con parejas del mismo sexo; así como con grupos mixtos de tres bailarines, amplificado y relacionado con la plástica evocación a la tierra de acogida de este coreógrafo catalán -desde hace tres años instalado en Australia- presentado en LANDforms, la segunda parte del espectáculo, es lo más cercano a una experiencia de intensidad, belleza y precisión tal, que recuerda a la contemplación de quien dormite a nuestro lado (en sentido real o bien en su añorada ausencia), mientras respira compasadamente, en el descanso de lo vital.
Lo más maravillo y sugerente del caso, de todas formas, no es tanto cómo se representa lo ínfimo; sino cómo se produce ese desplazamiento. Una perpetración en favor de la observación de lo desapercibido como espacio de lo vital, aquello que se nos suele escapar por la urgencia de la vida a ciegas. Y eso, creo que sólo es posible cuando en la base de la coreografía se opta por evocar suspiros.
El Punt/Avui, 30 de novembre de 2011
Bàrbara Raubert Nonell
El Factor H, que en el terreny científic serveix per mesurar la productivitat i l'impacte de les troballes, en el cas de la dansa podria servir per designar un atribut que apareix en algunes obres referent a la producció d'impactes sexuals que tenen lloc en escena. Res a objectar, l'art per a la humanitat no és altra cosa que una evolució sofisticada de la funció que té el plomatge per als animals: una manera d'atraure la mirada del nostre entorn amb intencions subliminarment aparelladores. És per això que les inclinacions sexuals queden inevitablement manifestes en cada representació artística i que els diferents gustos enriqueixen la paleta artística enamorant l'espectador, sorprès de les possibilitats que se li presenten.
En el cas de Bonachela, però, aquesta mascarada adopta formes clàssiques, estructures llepades i paisatges transitats amb un lirisme afectat que, per més explosiu que sigui, deixa indiferent la ment expectant, encara que sense el marc teatral, alguns intèrprets són pura seducció. El cos indolent del ballarí de Landforms que, ajagut a terra, es recrea en el paisatge dels seus companys exercitant els membres fins al límit de l'elasticitat humana és la idea que ens deixa el flamant director català de la Sydney Dance Company del seu art: hedonisme extrem. Hi ha un desencaixament entre el continent ultramodern i el contingut antiquat de la primera presentació d'aquesta companyia.
Al primer correspon l'àmplia tècnica dels ballarins, els efectes d'il·luminació i fins i tot una animació 3D per obrir i tancar la coreografia de 6 breaths (que bé es podria trobar com a encapçalament d'una enciclopèdia digital). En el segon col·loquem els gestos manieristes, el vestuari d'uniforme i un lirisme desfermat. En aquest cas, Rafael Bonachela tindria un factor H prou elevat.
Y para contrastar un poquito... Y como constatación que nadie es profeta en su tierra...
La Vanguardia, 27 de novembre de 2011
La Vanguardia, 27 de novembre de 2011
Fría densidad
DANZA
Sidney Dance Company Coreografías: 6 Breaths / Landforms Coreógrafo: Rafael Bonachela. Música: Ezio Bosso Lugar y fecha: Mercat de les Flors (24/ XI/ 2011)
Sidney Dance Company Coreografías: 6 Breaths / Landforms Coreógrafo: Rafael Bonachela. Música: Ezio Bosso Lugar y fecha: Mercat de les Flors (24/ XI/ 2011)
JOAQUIM NOGUERO
En los comentarios que el coreógrafo Rafael Bonachela ha avanzado en el programa de mano sobre sus coreografías, resultan especialmente significativos dos elementos: la especial fascinación que sintió en 2009 ante la música de 6Breathsde Ezio Bosso y la elección del vestuario de Landforms no sólo por la calidez terrosa que afirma quería darle, sino también como forma de resaltar la potencia física de los bailarines. Y es que ambas fascinaciones, ambos sinceros enamoramientos, son precisamente los que le pasan factura.
Sabe mal, porque el de Bonachela parece un trabajo honesto que quiere jugarse la piel para clasificar en primera a la danza y sus intérpretes (con el recurso del sentido, con juegos formales paralelos a los de la música, con admiración por las potencialidades físicas del bailarín), pero al final es precisamente esto lo que en parte le va en contra y convierte su coreografía en densa, fría, geométrica y repetitiva.
Ocurre porque no tiene bien resueltos los enlaces dramatúrgicos, como resulta especialmente claro en6Breaths.¿Qué significa cada movimiento del telón que sirve de pantalla? ¿Significa? ¿Es posible identificar cada componente de la obra de acuerdo con el guión temático que el coreógrafo explica en las entrevistas? Al final, se impone la estética, pero más decorativa que no por su aporte de significado. Y con bien pocas emociones, pendiente como se está del resto, pues se ve más el dedo que no hacia dónde apunta, sea éste nuestro estómago, nuestro corazón o nuestro cerebro.
Bonachela favorece el lucimiento de los bailarines y resalta las formas con cierto impacto visual, pero también resulta previsible y mecánico. Acostumbrado con su propia compañía a menos intérpretes, en 6 Breaths parece controlar mejor las aportaciones individuales que el grupo, que le pierde fuelle. Landforms gana calidez. Contribuyen a ello la luz y la música, pero también el conjunto coral, repartido en múltiples focos, multiforme y con los mil y un detalles de un paisaje creíble. Por aquí apuntan las mejores expectativas futuras.
El Punt/Avui, 30 de novembre de 2011
El Factor H, que en el terreny científic serveix per mesurar la productivitat i l'impacte de les troballes, en el cas de la dansa podria servir per designar un atribut que apareix en algunes obres referent a la producció d'impactes sexuals que tenen lloc en escena. Res a objectar, l'art per a la humanitat no és altra cosa que una evolució sofisticada de la funció que té el plomatge per als animals: una manera d'atraure la mirada del nostre entorn amb intencions subliminarment aparelladores. És per això que les inclinacions sexuals queden inevitablement manifestes en cada representació artística i que els diferents gustos enriqueixen la paleta artística enamorant l'espectador, sorprès de les possibilitats que se li presenten.
En el cas de Bonachela, però, aquesta mascarada adopta formes clàssiques, estructures llepades i paisatges transitats amb un lirisme afectat que, per més explosiu que sigui, deixa indiferent la ment expectant, encara que sense el marc teatral, alguns intèrprets són pura seducció. El cos indolent del ballarí de Landforms que, ajagut a terra, es recrea en el paisatge dels seus companys exercitant els membres fins al límit de l'elasticitat humana és la idea que ens deixa el flamant director català de la Sydney Dance Company del seu art: hedonisme extrem. Hi ha un desencaixament entre el continent ultramodern i el contingut antiquat de la primera presentació d'aquesta companyia.
Al primer correspon l'àmplia tècnica dels ballarins, els efectes d'il·luminació i fins i tot una animació 3D per obrir i tancar la coreografia de 6 breaths (que bé es podria trobar com a encapçalament d'una enciclopèdia digital). En el segon col·loquem els gestos manieristes, el vestuari d'uniforme i un lirisme desfermat. En aquest cas, Rafael Bonachela tindria un factor H prou elevat.
Comparto Jordi, son dos montajes estupendos y un auténtico lujazo el haber podido disfrutarlos por aquí. Fantástico trabajo el de Bonachela y company
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